viernes, 30 de septiembre de 2016

LA MÁQUINA DE JOSEPH WALSER, GONÇALO M. TAVARES

Hablar, pues, de la memoria común de un pueblo era un enorme disparate, pero al mismo tiempo una excelente estrategia de la patria. La historia que se enseñaba a los niños era a todas luces un intento de establecer en los jóvenes razonamientos una fórmula para la memoria, limitada y cuantitativa. Aprender la historia de un país era, para los más atentos, perder la memoria individual.
- Es la enseñanza de la historia lo que empieza a anular al ciudadano- decía Klober-. Cuando te dicen: debes conocer los hechos históricos de tu nación, en realidad te están diciendo: debes olvidar que tienes una memoria individual y que esta funciona por sí sola. Que tu memoria no empiece a funcionar antes de que la ocupemos, esto es lo que piensa quien enseña- decía Klober-. No me extraña que no haya nacido ningún genio desde hace más de cincuenta años: ¿quién puede ser realmente creativo cuando nos embriagan con la historia desde el primer momento?


La máquina de Joseph Walser, Mondadori, pág 104

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